Y que nosotros necesitemos tantas palabras para expresarnos y a él que le basten sus ojos...

                                                                  La petite

Y que nosotros necesitemos tantas palabras para expresarnos y a él que le basten sus ojos…. No somos afortunados por tener un niño con autismo. Nadie lo es. Somos afortunados porque este niño es Mario.

Con esta poesía recibida por uno de vosotros amanecimos antes de ayer. Y con otras maravillas recibidas de gente anónima que quiere vivir con nosotros este camino de rosas. Tiene que ser de rosas porque en nuestro pequeño apartamento de 50 metros cuadrados, una sola espina nos pincharía todo el tiempo, y no estamos para perder ni un segundo es curar heridas superficiales.

Hoy ha sido un día muy importante. Por dos razones. La primera: Mario ha ido de excursión. Por primera vez en su vida. A una granja. ¡Y en autobús! Durante 15 días hemos estado ensayando. Imprimí y plastifiqué fotos de todos los animales que encontré: pato, pollitos, gallina, caballo, cerdito (bueno, cerdo, que era grande), vaca, oveja, conejo…Y todos los días en el juego estructurado le he enseñado la foto de cada animal, poniéndomela muy cerca de los ojos para lograr un segundo de contacto visual y he pronunciado la palabra. Los primeros días se enfadaba, no veía utilidad a ver fotos de animales, porque ni son Pocoyó, ni ningún amigo de Pocoyó, ni los ha visto nunca en la realidad. Después empezó a hacerles un poco más de caso, daba un beso a la foto de los pollitos y miraba con algo de curiosidad al conejo. Hoy ha entrado en clase todo chulo, con la foto del pato en la mano y el almuerzo en la otra. Y por lo que nos han dicho, se ha portado muy bien y se lo ha pasado mejor.

No teníamos claro lo de la excursión y si era bueno para él un cambio tan brusco de rutina, y además los miércoles no tiene apoyo en el cole y Mario necesita un adulto en exclusiva, sobre todo si no está en un recinto cerrado. Pero lo hablamos con su psico-pedagoga y bien anticipado, no vio inconveniente. El cole se ofreció también a pedir una persona de refuerzo, de forma que una de sus profesoras se podría dedicar a él durante la mañana. Mario tiene mucho apego a las chicas del aula de 2 años (a las profesoras me refiero, a las de su edad todavía no…). Y se han volcado para que pudiera estar en la excursión integrado con los demás. Lo que hubiera yo pagado por verle por un agujerito…

También era hoy un día importante porque teníamos una reunión con el CREENA para decidir la escolarización de Mario el año que viene y para valorar la necesidad de apoyos de la petite en una guardería pública el año que viene. En relación a Mario mi miedo era grande, por si no había plaza en un aula especial de TGD, que es lo que él necesita, y que tuviera que empezar Infantil en un aula normal. Pero hay plazas, y tendrá una clase estructurada con pocos niños y atención individualizada. Ojalá pueda integrarse lo más posible con el resto de niños del cole, pero mientras tanto, tendrá estimulación continua y podrá mejorar.

A la petite también le han pasado varios tests y nos llamarán para darnos su valoración (a falta también de la valoración de Atención Temprana, que nos ha citado el día 28).

Bueno, parece que vamos encauzando los cientos de frentes que tenemos abiertos.

El próximo, decidir qué hacemos en verano con un niño con autismo….

Con la lluvia de estos días la hortensia rosa que me regaló un buen colega de trabajo cuando nació Mario ha florecido en todo su esplendor.

¡Feliz jueves-viernes!