¡Qué compenetración puede llegar a existir entre los niños!
Mario no sabe dar besos. Cuando le pedimos que dé uno, acerca obedientemente la cabeza, a lo sumo en ocasiones especiales la mejilla, pero no reproduce el sonido del beso sino que espera a que lo hagas tú y huye lo más rápidamente posible. Para él supone un gran esfuerzo, creemos que por alguna razón el beso le hace desnudar su individualidad y asomarse al precipicio del mundo, y no le gusta nada. Cuando le pedimos que dé un beso a la petite, lo hace de mejor gana que al adulto, pero igualmente poniendo su cabecita al lado de la de Leyre y dándole una pequeña cocorota, que su hermana recibe alegremente, sin asomo de protesta. De ahí nos hemos dado cuenta que cuando yo le pido un besito a la petite, hace lo mismo que ha aprendido de su hermano, inclina la cabeza, esperando de mí no sé si una caricia, o el consabido coscorrón. Lo que sé seguro es que a Leyre, los besos que más le gustan y que más feliz le hacen, por la sonrisa que le arrancan, son los de su hermano.
Volviendo a la realidad, hemos dejado a los niños tres días con los abuelos en el pueblo. ¡Qué fuerte y qué dolor de corazón! No sabía si iba a ser capaz pero mi marido y yo teníamos muchísimo trabajo (yo ya he empezado las gestiones para crear mi propia empresa, con lo que conlleva) y confiamos en que iba a ser bueno para los niños. También para los abuelos, que iban a poder adaptarse a los niños sin tener todo el tiempo encima a unos padres pesados dando instrucciones. Pero por otro lado eran tres días sin terapia, sin ver sus progresos, sin saber cómo iba Mario a comportarse con el tema pañal, sin ver autobuses, sin sentir a la petite cada mañana, sin VERLOS…
Nuestra mini casa está vacía, pero sobre todo ¡ordenada! Mañana vamos a recogerlos. Espero encontrármelos asilvestrados, morenos y felices.
Hola! Amaya, te dejo mi email: kasiamagda@hotmail.com
ResponderEliminarEsribeme, por favor:)
Ya te adelanto que hemos seguido o intentado seguir: primero TEACCH, después ABA, pero lo mas que hemos hecho es en casa, trabajando mucho con el Nicolau - prácticamente todo el tiempo y toda la familia.
Saludos,
Kasia
perdona:) kasiamagda76@hotmail
ResponderEliminarahora es correcto,
saludos!
hola, en la guarde tambien añoramos a Leire, sus mimos, sus sonrisas, todo.
ResponderEliminarpero me los imagino a los dos en el pueblo, tan felices, y los abuelos disfrutando a tope.
suerte con tu nuevo proyecto. un beso adela
Mi hijo tiene casi dos años y hace lo mismo. Cuando le pedimos que nos dé un beso acerca la frente :-) Claro que yo casi siempre le he dado los besos ahí, porque pilla más a mano que la mejilla.
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