La alegría muda de Mario

Hoy, 31 de mayo de 2011, día en el que se empieza a publicar este blog, soy más feliz que hace un año. Mi niño Mario tiene autismo pero mirarle a los ojos cada mañana es una bendición.



sábado, 30 de julio de 2011

Juego simbólico (para escaquearse...)




Los niños con autismo no tienen de forma espontánea juego simbólico. Es decir, no saben jugar por sí solos a las casitas, las cocinitas, las muñecas ni pueden imaginar una historia con los Playmobil para entretenerse.

En el trabajo estructurado que hacemos a diario, hacemos un juego con una casita de Playmobil y le cuento una pequeña historia mientras hago mover los muñequitos utilizando de forma funcional los diferentes elementos: mesita, silla, escalera, un pequeño tobogán de plástico…Desde que empezamos a hacer el trabajo, Mario ha ido evolucionando y ahora es capaz él sólo de hacer bajar un muñequito por el tobogán, echar a dormir a otro y luego levantarlo y darle un beso o tumbar todos los muñequitos en el suelo (eso sí, boca abajo, no hay forma de que duerman boca arriba, se pone loco si lo intento) y hacerme la señal de silencio para indicarme que no haga ruido.

Eso es un logro y aunque no suponga un derroche de imaginación porque todos los días es parecido, para Mario es un éxito y nos hace sonreír.

Pero ahora va más allá y ha empezado a utilizar el juego simbólico para escaquearse. Ante cualquier frase mía de  “Mario, vamos a vestir. Mario, vamos a jugar a la mesa, Mario…” su respuesta es tumbarse en cualquier sitio, incluyendo debajo del sofá, ponerse una manta por encima y hacerme la señal de silencio. Ayer hizo esto, poniendo además a su lado un osito, lo tumbó, lo tapó y se llevó el dedo a la boca mirándome muy serio para que dejara de molestarlo.

¡Que listo es mi niño! ¡Pero qué cara tiene!

2 comentarios:

  1. Que salado, hay momentos para guardarlos en un sitio especial.
    Un Beso Bego-

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