Hablar sin palabras

La petite ya está curada. Le han salido por fin sus cuatro primeros dientes, no tiene fiebre y está muy risueña por el día (las noches son otra cosa…). Entre esto y que en el sitio donde nos hemos venido unos días de vacaciones (con gran dolor de mi corazón por dejar las mejores fiestas sin nuestra presencia…), fuera de España, venden el periódico que leemos a diario en casa, estamos de lo más felices. No hay ni avances ni retrocesos, ni de los niños ni nuestros, el tiempo se ha parado y aun cuando llevamos tres días de nubes y lluvias, paseamos por la playa, jugamos con la arena y nos tomamos un vino blanco y unos moules casi todos los días.

Mario se ha aficionado a saltar en unos hinchables situados cerca de la playa. Ayer incluso imitaba a una niña que a su lado se lanzaba desde lo alto dentro de la piscina de bolas. No la evitaba y se reía al lanzarse, caer y quedar semi enterrado entre cientos de pelotas. Cuando hace estas cosas alucinamos, igual que cuando hace otras como ayer, que mientras jugaba oyó a un niño cerca llorar y enseguida me miró y puso cara de pena e ininteligiblemente me dijo que había un niño que lloraba. Para rizar más el rizo, esta mañana, paseando, me ha señalado como siempre una bici que pasaba. Como para esa hora ya le había nombrado unas cien veces los diferentes medios de transporte que iba señalando (moto, furgoneta, camión, autobús…) no le he hecho caso. Me ha cogido la cara con las dos manos y me la ha vuelto hacia la bici, para que la viera y la nombrara. ¡Impresionante la acción compartida!

“Aunque no hablo yo sí me comunico con mi mamá, le cuento lo que veo, le llamo la atención si no se entera de las cosas y le aviso de aquello que está sucediendo y me interesa. También estoy atento por si la petite llora, porque a veces mi mamá está ocupada y parece que no se da cuenta. Yo sí me entero de  que es de noche o es la hora de la siesta, aunque no quiera dormir. ¡Es que no siempre tengo sueño a la hora exacta en que me acuestan!! ¿Yo creo que a los mayores también les pasará alguna vez no?

Igualmente hace cuando algo le interesa mucho mucho. Estos días, aunque el tema del pañal avanza poco o nada, me dice a menudo pipí y me lleva al baño, pero no porque quiera hacer, sino porque en el baño  le dejamos ver dibujos en la tablet durante sus cinco minutos. O sea, que sabe qué palabra clave tiene que decir para que yo encantada le deje la tablet, pensando ingenua de mí que hemos logrado que avise…cuando en realidad él no tiene ninguna intención de hacer pipí, sino que tiene intención comunicativa, entiende el significado de algunas situaciones y sabe cómo conseguir la mayor parte de cosas que quiere, aunque no habla. Y por eso entendemos que al centro de Madrid le cuadrara esta intencionalidad de Mario, cuando por los resultados de los tests que le pasaron daba unos niveles cognitivos de 11 meses en algunas cosas y de 60 meses en otras.

¡Es duro esto de ser padres ehhh!! ¡Pero sé que sería más duro no serlo! Y la vida está llena de retos, ojalá todos fueran tan bonitos como éste.

¡Feliz Pobre de mí! (para los que seguís disfrutando de las fiestas…).