A Mario le recoge su super taxi a las 08.10 de la mañana. Aquí donde vivimos, los niños que van a las aulas de TGD, son recogidos por un taxi contratado por el departamento correspondiente del Gobierno, que les lleva al cole a primera hora y les trae de vuelta por la tarde.
Solemos bajar en el ascensor estresados de la vida cargados con el elevador para el coche, la mochila de Mario, el almuerzo, la bata, la silleta de la petite, el biberón, los pañales, el gigante Rey Europeo, el kiliki Japonés (para los de fuera de Pamplona, venid a San Fermín y rápidamente entenderéis...), la chaqueta por si hace frío, mil bolso, el maletín, el teléfono, las llaves... Con la de trastos que llevo encima, cuando Mario tiene una crisis mañanera porque el ascensor que sube no es ese concreto en el que él quiere bajar (y tenemos un 50% de posibilidades, porque hay dos ascensores en la casa), se me suele desparramar todo (todo no, procuro que la petite no se me caiga de los brazos...) mientras le cojo del brazo y le fuerzo a entrar porque vamos tarde y porque a primera hora de la mañana está el tráfico en el edificio, ¡como para elegir ascensor!
Pero es llegar a la planta baja, ver a su amigo Carlos (el portero), darle un abrazo, ver si ha venido el taxi, tensarse sus brazos y manos de la emoción y desaparecer completamente rabias y rabietas. Se monta en el coche tan contento, se queda serio, me dice adios...y me quedo tranquila, contenta y serena porque sé que se queda en buenísimas manos, que se lo va a pasar fenomenal en clase y que encima va a aprender (cosa que a Mario le encanta).
Sus profesoras me han dicho estos días lo que también me han dicho alguna otra vez en varios centros donde lo han valorado y lo que yo también sé con certeza: que Mario tiene muchas posibilidades. No sé qué quiere decir esta frase exactamente en sus labios pero en los míos significa que Mario hablará, leerá, estudiará y en el futuro pasará más horas en un aula normal integrado que en un aula TGD. Estoy convencida.
Entre tanto y casi a diario tengo con alguna de las profesoras que le acompaña en el taxi la siguiente conversación:
-¿Qué tal ha ido el día?
-De maravilla-responde la profesora.
-Y Mario?-añado.
-¡Fenomenal!
-Y qué tal ha comido?
-Muy bien, arroz con tomate y pescado...¡cómo le gusta el pescado!, ¿verdad?
Mmmmmmmm en casa el tomate le da asco y el pescado....¡¡¡ni en picto!!!
Qué cosas tiene el autismo...
Bueno, en realidad....
¡Qué cosas tienen los niños!
Hola Amaya, con Cristina andamos también con la mosca detrás de la oreja. Porque en el cole nos dice que come cosas que en casa no las puede ni ver.
ResponderEliminarUn abrazo. Fernando.
Hola Amaya! Hace poquito que he empezado a leerte...¡pero me he enganchado!. Me gusta mucho cómo abordas todo lo relacionado con la vida cotidiana de Mario; me parece que lo haces con mucha sensibilidad y naturalidad. Yo soy pianista y profesora de lenguaje musical. Estoy especializada en pedagogía musical Willems (por cierto, tengo un blog materno-musical: http://mimamamecanta.blogspot.com...quizá te guste). Hace 3 años asistí a un congreso Willems en Liubliana (Slovenia). Allí pude ver a un chico autista de 14 años tocando el piano en una audición de alumnos...¡lo hacía muy bien!...y se le veía muy satisfecho de poder mostrar en público sus progresos. ¿Habéis considerado alguna vez la educación musical para Mario?.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte!
¡Qué bien, cuánto me alegro de que sus profes le vean esas posibilidades! Será porque realmente las tiene ;)
ResponderEliminarMario hablará, leerá, estudiará y en el futuro pasará más horas en un aula normal integrado que en un aula TGD. Estas convencida y debes pensar en positivo y solo en eso para que tu mente lo atraiga facilmente se haga realidad.
ResponderEliminarYo estoy segura de eso.
Buen finde.
Zorionak, o felicidades por tu cumple.
ResponderEliminarHola Amaya.
ResponderEliminarSoy una persona que en el día a día y por mi trabajo tengo bastante conocimiento sobre las personas con discapacidad y también mas concretamente sobre el autismo. A veces, me chirría un poco el termino que utilizas de enfermedad. Mario no esta enfermo. Es un niño con unas capacidades y unas características diferentes y tu lo sabes muy bien. Ademas, y sin conocerte más que por tu blog creo que no debes olvidarte de que eres su mama y no su terapeuta y que Mario a pesar de tener autismo es un niño y como tal tiene que jugar, llorar y frustrarse cuando algo no le sale bien. Creo que lo estas haciendo muy bien pero debes confiar más en las personas que van a atender a tu hijo. Un saludo