La alegría muda de Mario

Hoy, 31 de mayo de 2011, día en el que se empieza a publicar este blog, soy más feliz que hace un año. Mi niño Mario tiene autismo pero mirarle a los ojos cada mañana es una bendición.



jueves, 31 de mayo de 2012

Coger el toro por los cuernos


Me he resistido durante muchos meses, iba dejando fluir las semanas , disimulaba enmascarando los avances  y encubría la duda con un halo de incertidumbre. Pero escribirlo es contarlo y contarlo es curarlo.

La petite no tiene autismo o por lo menos no como lo tiene Mario. Ha empezado a hablar, a repetir todo lo que le gusta, a cogerse rabietas y a dormir fatal. Pero sigue recibiendo terapia y el año que viene seguirá en la guardería en el módulo de necesidades especiales. Porque tiene, según nos han dicho en Atención Infantil, gran inseguridad emocional. Coincide con lo que nos cuentan en la guarde, una timidez enfermiza, poca iniciativa de juego, gran apego a los adultos de referencia y todo ello se traduce en que cuando salen a espacios diferentes del aula habitual, se queda pegadita a la pared, observando pero sin participar, hasta que la animan y la animan y se decide a dar pasitos adelante.

 Ha sido duro, delicado, casi insoportable escuchar el veredicto, porque una gran y sana obsesión que yo tenía era que mis hijos tuvieran alta autoestima y lozano equilibrio emocional. Pero así son las cosas, nuevos retos, nuevos horizontes.

Sin embargo la petite, con sus 20 meses, tiene una inteligencia emocional fuera de lo común. Creemos que ya empieza a ser consciente de que algo no va bien con su hermano. Y nos hemos dado cuenta a la vez, mi marido y yo, por cómo reacciona ante las rigidices de Mario.

Leyre tiene un carácter muy fuerte y cada vez que Mario le quita un juguete, se pone como una loca para retarnos a ver si vamos y le damos la razón poniéndonos de su parte, pero en cuanto recupera el preciado cachivache, se lo devuelve a Mario mirándolo fijamente y haciéndole ver que no se preocupe, que ella entiende que su inflexibilidad le hacer gritar pero que en el fondo la adora.

 Lo mismo pasa cuando Mario le roba la tablet con la que ella está viendo los Cantajuegos, se la da casi de buena gana y me mira para que le sonría.

 No es una intuición, es una certeza, ella ya sabe que su hermano es especial.

4 comentarios:

  1. Tienes unos hijso preciosos. Son sinduda la mejor bendición. Un abrazo.

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  2. Estoy siempre muy pendiente de tí, que para mí eres un referente. No sé si te acuerdas que tengo una nieta diagnosticada de autismo, parece ser que en grado más leve de lo que se creyó a los dós años ( va hacer cuatro). Sus padres le han dado un hermanito y yo interiormente no quería, pienso que debían haberse plantado y no jugar a la ruleta rusa. Mi nieto tiene ahora dos meses, es precioso y solo sé que le adoro, que vivo preocupada con lo que le pueda pasar, pero que le voy adorar el resto de mis días, salga como salga.
    Te deseo lo mejor, te lo mereces, y tus hijos van a ser unos fuera de serie, sino al tiempo.
    Besos

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  3. Esa es la actitud Amaya!! Cuánto más pronto sepas a qué te enfrentas antes empiezas a adoptar medidas y proporcionar soluciones adecuadas. Mucho ánimo Amaya!!

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  4. mi peque también tuvo ese problema. De hecho el primer año de escolarización no abrió la boca, si le quitaban un jueguete se quedaba en su rincón y ni tan siquiera lo reclamaba a su profesora y también había que invitarle una y mil veces para que se sumara a una actividad. Y no siempre lo hacía. Hoy, a sus casi seis años, ella sigue siendo timida, pero con seguridad en su timidez.Independiente, ya reclama sus cosas, habla en ambientes conocidos y, sobre todo,es una niña feliz

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